Por la década
de los cincuenta del siglo pasado en el caserío de Olaya en la rivera del río
Ucayali – Loreto, había un niño que creía que el motelo corría, debido a que
los montaraces acostumbraban engañar a los pequeños diciendo que el motelo
subía al árbol de ubos a comer el fruto y además corría. Un día, uno de los
cazadores invitó al niño a realizar una cacería, se internaron al bosque caminaron
dos horas; instalaron un pequeño campamento cerca de una pequeña quebrada descansando
en el lugar la primera noche.
Al día
siguiente bien temprano toman su chapo (maduro bien cocido, disuelto en agua)-
salen en busca de los animales para cazar, caminan acompañados de los perros:
Temible y Shapro, especialistas en la caza de los diferentes animales; cuando
de repente, un animal sale corriendo a toda velocidad y los perros tras el
animal en estos casos el dueño tiene que seguir a los perros gritando para que
estos no abandonen al animal.
-
¡Guau!, ¡Guau!, ¡guau! –
ladraban los perros.
-
Ooough, Ooough – Gritaba el dueño, seguido del niño.
A unos cien
metros de persecución los perros se detuvieron y empezaron a ladrar; cuando
llegaron ante ellos, vieron un animal al lado de un árbol caído, ellos pensaron
en un sajino; sin embargo se dan cuenta que ¡ERA UN MOTELO!.
Ese momento el
muchacho piensa para sí, …el motelo corre….
Al final del
día cuando descansaban cuenta al cazador su creencia:
- Hoy confirmé que el motelo corre muy rápido, ¿También
sube árboles?. El cazador le miró extrañado y le dijo
- Eso no es
cierto - le dijo al cazador.
- Pero si
corrió cuando los perros lo siguieron ladrando-respondió asombrado.
- Este le
respondió - Los perros actuaron inteligentemente, en vez de estar corriendo y
gastando energía, a sus pasos vieron el motelo, prefirieron quedarse con él,
pues, el motelo realmente ¡No corre! – Además - le dijo- ¡Tampoco sube los
árboles!; el animal que primero seguían los perros, era otro.
El niño se dio
cuenta que estaba completamente equivocado. ¡EL MOTELO NO CORRÍA!.¡ NI SUBÍA
ÀRBOLES!
Finalmente se
aclaró que en ningún momento hay que
mentir a los niños por más simple que sea el caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario